El juego es una posibilidad para que los niños sean creadores de forma espontánea partiendo de sus necesidades. Es un escenario que construyen para su auto expresión por medio de la imaginación, la especulación y la indagación. Desde el punto de vista pedagógico, el juego es un formador porque concreta las enseñanzas que ha asimilado sin darse cuenta, desarrolla lo adquirido, despierta posibilidades intelectuales o físicas y aumenta sus conocimientos.
El juego favorece el despliegue de la independencia , ya que puede iniciar, dirigir, reír y hablar sin que los adultos le acompañen; por otro lado ofrece libertad de responsabilidades y le permite mostrar su individualidad en todas las direcciones; desarrollar confianza en sí mismo, autocontrol y capacidad de cooperación con los demás.
En los que se refiere a lo emocional, el juego le permite al niño expresar sentimientos, conflictos, descargar sus emociones dar escape a la agresividad y a sus miedos. A través de este aprende a conocerse a sí mismo, a los demás y al mundo que lo rodea. Los padres deben ser compañeros de juego, deben expresar su deseo de jugar cuando decidan acompañar al niño en una actividad lúdica; inculcarle el coraje necesario para vencer las dificultades, educar la imaginación y el impulso intelectual.
Los adultos pueden representarle una inmensa colaboración en lo que se refiere al desarrollo del lenguaje y a la posibilidad de hacerle comprender que los juegos tienen reglas, ayudarle a distinguir entre lo real y lo que es producto de su imaginación. Como padres es necesario entender que el Niño utiliza el juego como un mecanismo para canalizar sus emociones para lo cual es preciso aprender a percibir estas manifestaciones permitiendo que el Niño las haga libremente.
En Greenvalley es muy importante que nuestros niños jueguen, y les damos esta posibilidad al lado de sus padres para que de esta manera ambos puedan disfrutar de un tiempo juntos al mismo tiempo que fomentamos la paternidad positiva. Los niños más pequeños como maternal y primer año de preescolar tienen una clase a la semana que es acompañada de uno de sus padres, es una oportunidad para jugar, ver cada paso de su desarrollo y aplaudir sus logros.
También contamos con un programa de estimulación para bebés de 3 a 18 meses. Solicita una clase gratis.